Ha sido una eucaristía acogedora y sencilla, como lo fue la familia de Nazaret.
Hemos pedido a Dios especialmente hoy:
Por toda la Iglesia del mundo, para que sea dócil a Tu voluntad en cada cultura.
Para que todos los responsables sociales defiendan y ayuden con sus leyes a las familias.
Por todas las familias, en especial para aquellas que sufren hambre, injusticias o enfermedades, para que vivan siempre según el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret.
Por todos los niños y mayores que puedan tener unos papás y unos hijos que los quieran y protejan con amor.
Por la comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe, para que se una como familia, fundada en el respeto y el amor.
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que sepamos agradecer lo que hemos recibido de nuestras familias.
Hemos ofrecido al Señor:
Concha Bautismal: Señor te
ofrecemos esta concha bautismal, con ella te presentamos a todos los
niños que han sido bautizados durante este año en nuestra comunidad
y a sus familias, para que tú los guíes por el camino de la fe y no
les falte nunca tu amor.
Cofre de arras: Con este
cofre y sus arras, te presentamos a las parejas de novios que han
participado en nuestros cursos prematrimoniales, a los que participan
del taller de novios y del taller de parejas reuniéndose
mensualmente en nuestra parroquia. También te presentamos a todos
los matrimonios de nuestra comunidad. Para que tú les des la fuerza
necesaria para mantenerse fieles en el amor que se tienen y puedan
así ser testimonios del amor y de la fidelidad de Dios.
Cesta de alimentos: Te
presentamos una cesta con alimentos básicos, que no deben faltar en
ningún hogar. En estos tiempos de crisis y necesidad para tantas
familias, queremos presentarte a estas familias junto con nuestro
compromiso de solidaridad y fraternidad con ellas.
Pan y vino: Te presentamos
el pan y el vino, verdadero alimento para toda familia que quiera ser
reflejo de tu amor y que quiera seguirte en medio de las dificultades
de la vida diaria.
Hemos orado a Dios unidos niños, adultos y mayores como una sola familia, la familia de los hijos de Dios, por eso le llamamos Padre Nuestro:
Gracias Señor, por hacerte uno de nosotros, igual en todo, menos en el pecado. Viniste al mundo a experimentar la vida humana con todas sus consecuencias. Y entre nosotros sentiste la vida, la alegría, el dolor, la compasión y el amor. Gracias, Jesús, por tu presencia en medio de nosotros, gracias por tu amor.
Te damos gracias, Señor, porque en tu amor nos reuniste, para formar nuestras familias. Te damos gracias por vivir juntos, por proteger y conservar nuestros hogares y todos los hogares del mundo. Por ayudarnos a tener las puertas siempre abiertas y animarnos a compartir nuestra alegría y amistad. Te agradecemos que, como miembros de tu Iglesia, nos ayudes a llevar tu mensaje de amor a todos los que nos rodean.
Gracias Señor por los bautizados, matrimonios y nuevas familias que se han incorporado a nuestra comunidad parroquial, para que encuentren aquí un lugar de encuentro, oración y guía para sus vidas.
Gracias Señor por el don que has hecho a tu Iglesia en nuestros días: el don de la inquietud por los pobres. Gracias por habernos sacudido de la conformidad culpable con la desigualdad social. Gracias por el valor de tu Iglesia para denunciar la pobreza y luchar contra la opresión.
Gracias Señor por nuestra Comunidad Parroquial, y porque Tú estás entre nosotros ayudándonos a construir todos juntos una gran familia cristiana.
Y hemos adorado al Niño mientras cantábamos villancicos, animados por nuestro coro:
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