lunes, 6 de mayo de 2013

Mayo, tiempo de la Primera Comunión


Tradicionalmente, Mayo es tiempo de celebrar las Primeras Comuniones. En nuestra comunidad también es así. A lo largo de este mes, los distintos grupos de niños que se preparaban para ello desde hace tiempo, están celebrando este día tan especial.

El sábado pasado vivimos una celebración especialmente emocionante para todos. Tres jóvenes con autismo han participado por primera vez en la mesa de la eucaristía de la comunidad. Si aún no lo has hecho, puedes leer el artículo de nuestro cura Pepe aquí.


Por otra parte, es posible que, como madres y padres, estemos viviendo estos días con mucho ajetreo. Tal vez nos sentimos desconcertados ante las exigencias sociales que poco a poco han ido configurando esta fiesta tan especial para la familia cristiana.

Para ayudaros a vivir este día centrados en lo esencial, compartimos con vosotros este Decálogo, de  María Dolores López Guzmán, publicado en la revista "Misión Joven", nº 350, 2006.  A partir de la palabra clave, Eucaristía, diez verbos pueden ayudarnos a vivir con sentido y profundidad este día tan esperado para nuestros hijos:


ESPERAR: La primera comunión es comienzo, no es final... Ir más allá del instante es fundamental. Comienza una nueva etapa en el proceso de iniciación cristiana de vuestro hijo, que no se puede quedar ahí. La comunidad os necesita.

UNIR: Crear un ambiente de unión y no de división será el mejor de vivir lo que es central en ese día: la común-unión.

CONVIVIR: Caer en la cuenta de que las celebraciones son momentos de encuentro en la familia (padres e hijos, hermanos, abuelos, tíos, amigos...) y con las familias de los compañeros de mis hijos.

ALEGRARSE: Para que la alegría no se esfume es imprescindible poner más los ojos en Dios que en nuestros deseos, gustos, y, a veces, problemas y discrepancias.

RECORDAR: Preparar algún detalle personal que sea auténtico recordatorio del encuentro que el niño ha tenido con Dios. Este encuentro es lo verdaderamente central.

INTENSIFICAR: Favorecer los momentos en los que compartir con el niño confidencias, oraciones y conversaciones sobre la experiencia de Dios recibida.

SIMPLIFICAR: Convertirse en "contrapunto" de los mensajes que incitan al consumo de inevitables y absurdos regalos. Hacer que el día sea "sencillamente distinto".

TRANSMITIR: Comunicar la propia fe es el mejor regalo. Es una buena ocasión para mostrar que la experiencia de la comunión transforma cada día y es Jesús quien nos da la luz que ilumina y orienta nuestra vida.


INTERIORIZAR: Detener la mirada en lo verdaderamente significativo. Hacer balance del día con el niño o niña destacando lo más importante.


AGRADECER: Participar totalmente del Cuerpo y de la Sangre del Señor es motivo más que suficiente para alabar y agradecer a Dios su invitación a formar parte de El. Eucaristía significa "acción de gracias".


Por último, queremos felicitar de corazón a los niños y niñas que han hecho ya o van a hacer su Primera Comunión en nuestra comunidad, y también queremos felicitar a sus familias. No nos olvidamos de agradecer a vuestras catequistas por haberos acompañado en este proceso de iniciación cristiana.



No hay comentarios:

Publicar un comentario