Compartimos con vosotros la experiencia del grupo de catequesis del Despertar de la Fe, del pasado día 30 de octubre.
La actividad que tenían preparada las catequistas estaba destinada a que los niños conocieran la parroquia, su parroquia. Y lo hicieron con una visita guiada muy peculiar.
Una excursión para la que se entregó a los niños un plano... Y empezaron un recorrido para conocer la parroquia que, a partir de ahora, va a ser como su casa.
Empezaron en la entrada, viendo la cruz que identifica el templo como lugar cristiano. Y ahí todos se hicieron la señal de la cruz, recordando el día del bautismo, en el que también se la hicieron a cada uno.
Nuestros curas, Paco y Pepe hicieron la señal de la cruz a los niños y los niños a ellos, como señal de cristianos.
Luego vieron el jardín y el porche, el lugar del compartir, donde hacemos comunidad, nos reunimos, nos divertimos, hacemos actividades solidarias...
Desde el jardín se puede ver la cruz que está en el tejado, para que se sepa desde lejos que este es un lugar cristiano. Apreciamos también que el jardín hay que cuidarlo, las flores, los árboles...
Después pasamos al interior del Templo. El cura Pepe explicó a los niños que el templo es como el salón de nuestra casa: tenemos sitios para sentarnos, una mesa (el altar) y también las imágenes de los que queremos. Aquí celebramos tanto lo alegre (bautismo, comuniones, bodas, la misa de cada domingo...) como lo que no es alegre (la despedida de un ser querido).
A continuación, pasaron a la capilla de la oración, donde está el Sagrario. Explicaron a los niños que allí permanecemos en silencio y guardamos respeto. Para crear el ambiente de silencio, pusieron a los niños una música suave, hicieron juntos una oración y estuvieron un momento en silencio.
Luego ya conocieron la sacristía, el despacho, el almacén...
Y subieron a ver las salas para las reuniones y catequesis y el salón de actos. Explicaron a los niños que el salón de actos es el lugar donde hacemos teatros, donde bailamos. Tenían preparada una música y allí bailaron un rato, hasta dar la hora de terminar.
Los niños decían que no se querían ir. Decían que se les había pasado muy rápido.
Y esta es la foto de familia, de niños y catequistas, junto con nuestro cura Pepe, que expresa la alegría de haber compartido esta tarde una experiencia divertida y enriquecedora para todos.
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