miércoles, 6 de febrero de 2013

"LA LUZ EN LA MATERIA"

Acabo de hablar por teléfono con mi amigo Pepe Gilabert. Él vive en Granada y nos conocemos desde hace ya unos cuantos años. Le he llamado para agradecerle el detalle de haberme enviado su último libro de poemas. Hemos hablado un poco de lo divino y de lo humano, como siempre, porque él me lo pone muy fácil. Y le he pedido permiso para compartir con vosotros este arte sutil que es la poesía, su poesía.



El libro se titula "La luz en la materia" y está editado por Ruiz Aloza Editores, Granada, en 2012. Un libro muy cuidado, con una portada sugerente y un interior libre de adornos, lo que permite al lector dejarse guiar por cada poema. Digo guiar y creo que digo bien pues, bajo el título, podemos leer "Guía poética para el camino interior". Y de eso se trata.

Adentrarse en este libro es como recorrer el propio camino espiritual de la mano de alguien que ya ha hecho su propio recorrido y nos lo muestra con ternura. Creo que poesía y espiritualidad son buenas compañeras de viaje y esta es la prueba. La experiencia espiritual que el autor expresa aquí se puede compartir con cualquier persona, confiese o no una religión concreta.

Pepe sabe ponerle palabras a esos sentimientos y emociones que uno tiene respecto al mundo de lo intangible que forma parte de todo ser humano. Las grandes preguntas y las grandes respuestas se tornan familiares gracias al verso cercano del poeta. Las sesenta y cinco páginas  del libro están traspasadas de una luz interior que nos abre al Misterio:

Materia somos
bañada por la luz
que nos anima.

Para un creyente, este libro puede ser una herramienta muy valiosa para  profundizar en el ser, para trascenderse, para orar:

Hacia Ti camino
templada luz primera,
como torpe mendigo
que extiende su mano
a tu claridad eterna.

Los poemas nos van llevando gradualmente a una especie de nirvana, hacia un final inundado de luz, que también podemos entender como Luz (con mayúsculas; para un creyente Dios, la Luz).

Comparto con vosotros "El abismo":
(a Miguel López Salas)

Vivir es entregarse
ante todos los vientos
sin tener más deseos 
que un camino esperando
cada nueva mañana
que amanece en los ojos.

Entregarse sin miedo
con la fe de la tierra
a todas las sorpresas 
que nos brinda la vida
con la ingrávida inercia
de las alas de un ave
o la leve ternura
que acompaña los besos.

Cada esquina del tiempo
desemboca en la luz
y no sirve de nada
añorar las orillas
cuando es todo el mar
un hogar encendido.

Entregarse a la nada
abrazando el misterio, 
intuir levemente 
un después luminoso
si al final del viaje
que no tiene regreso
nos espera la vida
con su abrazo infinito.

Entregarse tan solo
con los ojos cerrados
y abrazar el abismo
con ternura de amante
es la única forma 
de ganarnos la vida.


José Gilabert Ramos nació en Vejer de la Frontera y actualmente vive en Granada. Ha publicado también:

"Tu voz en los pronombres", Ayuntamiento de la Zubia, Granada 1998.
"Las aceras de la prisa", Barro, Sevilla 1992 (finalista del Premio Barro de Poesía)
"Memoria de loco", Adhara, Granada 1996.
"Tiempo de mudanzas", Dauro, Granada 2003.

Rosa Mª Barroso



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