CREDO DE LA FAMILIA

Creemos en Dios -Padre, Hijo y Espíritu Santo- Trinidad familiar, comunidad de amor y modelo de toda comunidad, que vive en nuestros hogares derramando amor, unidad, fecundidad, paz y alegría.

Creemos en Dios Padre, que nos ha creado a su imagen y semejanza, hombres y mujeres llamados a ser santos como Él es santo.
Creemos en Dios Padre, que es fuente de toda vida, que es creador de todo cuanto existe y que nos ha hecho colaboradores en la Creación y capaces de dar vida en nuestras familias.

Creemos en Jesucristo, quien siendo Dios se hizo hombre y vivió entre nosotros en el seno de una familia sencilla, como hermano nuestro, para enseñarnos que es posible ser feliz como quiere el Padre.
Creemos en Jesucristo, quien, amándonos hasta el extremo, entregó su vida por nosotros y así es modelo y aliento para la entrega y el amor que ha de vivirse en toda familia.

Creemos en el Espíritu Santo quien fecundó las entrañas de María haciendo posible que se cumpliera la promesa de “Dios con nosotros”.
Creemos en el Espíritu Santo que con su fuerza fecunda las aguas del bautismo para que podamos ser familia de Dios.

Creemos en la familia de Nazaret, espejo en el que han de mirarse todas las familias cristianas, modelo para padres, madres e hijos.

Creemos en la grandeza de la familia como lugar privilegiado para el amor y la gratuidad.
Creemos que la misión de la familia cristiana en nuestro mundo es ser comunidad de vida y amor.
Creemos en la familia como sacramento del amor de Dios en medio de nuestra sociedad.
Creemos en la familia como Iglesia doméstica, auténtica comunidad de fe, esperanza y amor.

Creemos en la familia como Iglesia doméstica, primera escuela donde los hijos reciben el Evangelio por el testimonio y la palabra de los padres y los abuelos.
Creemos en la Iglesia, que es la gran familia de los hijos de Dios, donde todos como hermanos estamos llamados a la santidad.

Creemos que el amor es más fuerte que el odio y que la vida es más fuerte que la muerte, porque hemos puesto nuestra esperanza en Dios, nuestro Padre. Amén.