Hoy es Jueves Santo, el día del Amor Fraterno. El día en que recordamos que Jesús, antes de morir nos hizo un gran regalo: él mismo se quedaba con nosotros en el pan y en el vino, para que pudiéramos seguir gozando de su presencia cercana, para que pudiéramos seguir tocándole. Nos regalaba la eucaristía.
Nos regaló también su ejemplo de servicio:
"Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros."
Hoy es también el día en que los sacerdotes renuevan su compromiso de servicio con la Iglesia, con la comunidad de los creyentes, con sus comunidades concretas. Nosotros, desde aquí, queremos dar gracias a Dios por los curas que forman, o han formado parte, de nuestra comunidad: Julián, Pepe, Paco.
Como es costumbre, hemos llevado al Señor al sagrario. El equipo de liturgia nos ha preparado la capilla del sagrario, con buen gusto y sencillez, para que podamos orar y dar gracias al Señor por el gran don de la Eucaristía. Estará abierta durante toda la noche, para que quien quiera pueda ir a acompañar al Señor: "Velad y orad".
Mañana celebraremos la Pasión del Señor a las 18 horas. ¡Ven con tu familia!
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